Movimiento de profunda renovación en todos los géneros artísticos, los románticos pusieron especial atención en el terreno de laespiritualidad, de la imaginación, la fantasía, el sentimiento, la evocación ensoñadora, el amor a la naturaleza, junto a un elemento más oscuro de irracionalidad, de atracción por el ocultismo, la locura, el sueño. Se valoró especialmente la cultura popular, lo exótico, el retorno a formas artísticas menospreciadas del pasado –especialmente las medievales–, y adquirió notoriedad el paisaje, que cobró protagonismo por sí solo. Cobraron también importancia las artes gráficas, principalmente lalitografía y el grabado en madera.
En pintura, después de una fase prerromántica donde podríamos citar a William Blake y Johann Heinrich Füssli, destacaronHubert Robert, Eugène Delacroix, Théodore Géricault, Francesco Hayez, John Constable, Joseph Mallord William Turner,Caspar David Friedrich, Karl Friedrich Schinkel, Philipp Otto Runge, etc. Una derivación del romanticismo fue el movimiento alemán de los Nazarenos, inspirados en el Quattrocento italiano y en el Renacimiento alemán, principalmente Durero (Friedrich Overbeck, Peter Cornelius, Franz Pforr). En España destacaron Genaro Pérez Villaamil, Valeriano Domínguez Bécquer,Leonardo Alenza y Eugenio Lucas.
En escultura prevalecen las formas neoclásicas, reinterpretadas según las nuevas temáticas románticas. Cabría citar en Francia a: François Rude, que evolucionó del neoclasicismo al romanticismo (La Marsellesa, 1832); Antoine-Louis Barye, especializado en figuras de animales; Jean-Baptiste Carpeaux, artista polivalente con gusto por lo espectacular; y David d'Angers, autor del relieve del frontón del Panteón de París (1830-1837). En Alemania destacaron: Christian Daniel Rauch, Rudolf Schadow y Johann Heinrich Dannecker.
La literatura romántica estableció la idea de un arte que surge espontáneamente del individuo, destacando la figura del «genio» –el arte es la expresión de las emociones del artista–. Exaltó la naturaleza, el individualismo, el sentimiento, la pasión, con un nuevo gusto por formas íntimas y subjetivas de expresión como lo sublime, y dando valor a nuevos aspectos como lo oscuro, lo tenebroso, lo irracional. En un prerromanticismo –plasmado en el movimiento alemán Sturm und Drang– destacaron Johann Christoph Friedrich von Schiller y Johann Wolfgang von Goethe, así como el poeta inglésWilliam Blake. Posteriormente es de remarcar la obra de: Johann Christian Friedrich Hölderlin, Novalis, Heinrich Heine, August Wilhelm von Schlegel,Friedrich von Schlegel, Heinrich von Kleist, Johann Ludwig Tieck, E. T. A. Hoffmann, Walter Scott, William Wordsworth, Samuel Taylor Coleridge, John Keats, Lord Byron, Percy Shelley, Mary Wollstonecraft Shelley, Jane Austen, Alphonse de Lamartine, Madame de Staël, François-René de Chateaubriand, Alfred de Vigny, Victor Hugo, George Sand, Prosper Mérimée, Alexandre Dumas (padre), Ugo Foscolo, Giacomo Leopardi, Alessandro Manzoni, Aleksandr Pushkin, Nikolai Gogol, Adam Mickiewicz, Washington Irving, James Fenimore Cooper, Ralph Waldo Emerson, Nathaniel Hawthorne,Edgar Allan Poe, Gustavo Adolfo Bécquer, Ramón de Campoamor, José de Espronceda, Mariano José de Larra, Fernán Caballero, Rosalía de Castro,Bonaventura Carles Aribau, Andrés Bello, Domingo Faustino Sarmiento, José Hernández, Gertrudis Gómez de Avellaneda, etc.
El teatro romántico tuvo dos notables antecedentes nuevamente en el Sturm und Drang con Schiller (Don Carlos, 1787; Guillermo Tell, 1804) y Goethe (Fausto, 1808). Como en el resto de la literatura romántica, destaca por el sentimentalismo, el dramatismo, la predilección por temas oscuros y escabrosos, la exaltación de la naturaleza y del folklore popular. Surgió un nuevo género, el melodrama, y se popularizaron los espectáculos devariedades (vaudeville). Sus mejores exponentes fueron: Georg Büchner, Christian Dietrich Grabbe, Juliusz Słowacki, Alfred de Musset, Victor Hugo,Francisco Martínez de la Rosa, el Duque de Rivas, Antonio García Gutiérrez, José Echegaray, José Zorrilla (Don Juan Tenorio, 1844), etc.
La música romántica se caracteriza como en el resto de las artes por el predominio del sentimiento y la pasión, de la subjetividad y emotividad del artista, exaltando la música nacional y popular. Se amplía notablemente la orquesta, para poder satisfacer plenamente la expresividad del artista, los nuevos sentimientos que en él anidan (lo sublime, lo patético). El piano fue el instrumento de moda, pues su registro, la intensidad de la pulsación, son fiel reflejo de esa emotividad, ligada al nuevo culto a la personalidad que se desarrolla en el romanticismo. Nació la musicología como ciencia aplicada a la música, así como la crítica y la estética musicales, y aparecieron los primeros conservatorios. Sus principales representantes fueron: Ludwig van Beethoven, Carl Maria von Weber, Franz Schubert, Felix Mendelssohn-Bartholdy, Robert Schumann, Franz Liszt, Frédéric Chopin, Niccolò Paganini, Johann Strauss, Johannes Brahms, Anton Bruckner, Hector Berlioz, Jules Massenet, etc.
En esta época se desarrolló notablemente la ópera, sobre todo en Italia, donde recibió el nombre de bel canto. Destacó por el brillo de sus voces, la coloratura, la ornamentación, ganando importancia el papel de la soprano –desde 1840 se puso de moda el do de pecho–. La ópera romántica tuvo dos vertientes: la cómica –o bufa– y la dramática, sobre los grandes dramas literarios románticos. Destacan: Luigi Cherubini, Gaetano Donizetti, Vincenzo Bellini, Gioacchino Antonio Rossini, Charles Gounod, Georges Bizet y, especialmente,Giuseppe Verdi (Rigoletto, 1851; Il trovatore, 1853; La Traviata, 1853; Aida, 1870). En Alemania, Richard Wagner dio a la ópera cotas de gran brillantez, con la pretensión de hacer una «obra de arte total» (gesamtkunstwerk) que aunase música, poesía, filosofía, escenografía, etc. (Tannhäuser, 1845; Lohengrin, 1850; Tristán e Isolda, 1865; Parsifal, 1882).
La danza romántica recuperó el gusto por los bailes populares, las danzas folklóricas, muchas de las cuales sacó del olvido. Surgió el clásico vestuario de ballet (el tutú), aparecido por vez primera en el Ballet de las Monjas de Robert le Diable (1831), de Giacomo Meyerbeer. Se empezó a componer música puramente para ballet, destacando Coppélia (1870), de Léo Delibes. En el aspecto teórico, destacó la figura del coreógrafo Carlo Blasis, principal creador del ballet moderno en cuanto codificó todos los aspectos técnicos concernientes a la danza: en El código de Terpsícore (1820) relacionó la danza con las otras artes, efectuando estudios de anatomía y movimientos corporales, ampliando el vocabulario relativo a la danza, y distinguiendo varios tipos de bailarines según su físico. También introdujo el baile sobre las puntas de los pies, en el que destacaron Maria Taglioni y Fanny Elssler. En bailes populares, continuó la moda del vals, y aparecieron la mazurca y la polca.